domingo, 29 de septiembre de 2013

Resumen del artículo “La animación a la lectura desde edades tempranas” .

Se dice que hoy en día vivimos en la sociedad de la información o del conocimiento, en la que la lectura ha pasado bastante de moda. Es importante hacer comprender a todos que leer enriquece a las personas, en tanto que se trata de una actividad individual y voluntaria, que formará nuestro espíritu crítico.
Desde que somos niños, se nos introduce en el mundo de la lectura, aunque quizás no se haga de una forma adecuada. La mayoría de lecturas que realizan los niños son obligatorias, y su manera de adquirir conocimiento es trabajando con libros, de los que luego serán examinados. Así pues, el soporte recibe un rechazo inicial.
Hay que favorecer la lectura desde la escuela, puesto que es aquí donde se formarán los futuros lectores. Es muy importante también la lectura en familia, ya que la imitación es una de las mejores fuentes de aprendizaje. Y esta terna, no estaría completa si dejamos de lado la biblioteca.
Los medios de comunicación no son la causa del abandono de la lectura, pero sí han promovido un cambio en el modelo cultural, ahora más icónico o visual. En internet se lee, pero de manera instrumental.
Desde siempre ha existido la animación a la lectura. Pero la promoción se ha dejado de lado, quedando la primera incompleta. Los objetivos de esta animación deberían centrarse en aspectos como la voluntariedad, los textos atractivos o el espacio adecuado. Debe ayudar a los lectores a superar obstáculos, por tanto tendrá que pensar en las necesidades de sus destinatarios. Y por supuesto, es crucial eliminar todos los condicionantes negativos en estas actividades lectoras relacionados con los castigos o exámenes.
Así pues, el objetivo de la sociedad actual tiene que ser el de crear una ciudadanía lectora, que adquirirá a su vez la condición de crítica y competente. Y esto se hace fomentando la lectura desde la infancia, sin poner ningún tipo de límites ni barreras a estos futuros lectores libres.


Enlace al artículo de Pedro César Carrillo Torremocha:

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